Bajo la presidencia en el Senado de Silvio «Beto» Ovelar y ayuda de «opositores» aliados, la bancada de Honor Colorado buscaría bajo el pretexto de retocar algunos artículos obsoletos de la Constitución Nacional, la reelección presidencial, en especifico el Art. 229 que prohíbe tal figura. Además intentará cambiar lo concerniente a la senaduría vitalicia, la descentralización de las gobernaciones, el tiempo que deben estar en el cargo los ministros de Corte Suprema de Justicia, entre otros artículos de la Carta Magna.
Recordemos que la actual Constitución de la República prohíbe de forma tajante la reelección presidencial y esto sería motivo de que expresidentes den por terminada ya sus respectivas carreras políticas a temprana edad. El proyecto daría pie a que se disponga la reelección pero en forma alternada, similar sistema utilizado en Uruguay y Chile, además la idea es que esta figura no incluya aún al presidente saliente, es decir, el interés es que se habilite ya a Horacio Cartes y otros expresidentes como Juan Carlos Wasmosy, Nicanor Duarte Frutos y el ex Obispo Fernando Lugo (aunque este último está muy mermado en su salud) no así a Mario Abdo Benitez, quien dejará el poder el próximo 15 de agosto e hipotéticamente puede ya estar habilitado en caso de darse la reelección en forma alternada.
El proyecto, que se filtró de las conversaciones y pensamientos del «Quincho del poder» y que ya está siendo madurado en las entrañas de Honor Colorado, también posibilitaría a Santiago Peña tener la posibilidad de pujar nuevamente por la primera magistratura del país cuando deje el cargo y tenga el descanso de un periodo de gobierno, es decir 5 años, y el argumento más fuerte que utilizarán es que el Paraguay es el único país cuya normativa no prevé la reelección del primero del Ejecutivo.
Horacio Cartes tiene como obsesión estar nuevamente a la cabeza del Ejecutivo una vez que deje el cargo su delfín y así mantener el monopolio del poder en sus manos. Esto ya es un secreto a voces también en esferas políticas de la oposición y hacerse con el control de ambas Cámara del Congreso, como ocurrió ayer, sería el primer paso del plan urdido en el actual centro de poder de la casa situada sobre la Avda. España.Ya dieron el primer paso, de ahora en más será importante para sus pretensiones que los presidentes de ambas cámaras empiecen las negociaciones políticas que posibiliten cumplir el sueño dorado del «patrón», quien en el último tramo de su mandato ya buscó forzar su reelección, intento conocido como «enmienda de sangre» con la muerte del joven dirigente liberal Rodrigo Quintana.