Era la radio más popular de Asunción, ZP 9, “Comuneros”, la radio del pueblo y para el pueblo como era uno de sus eslogan. Era sintonizada en la frecuencia de 970, la que hoy ocupa la emisora de Cartes. Transmitía con un equipo de no más de dos kilovatios de potencia, creo que era RCA, importada de Estados Unidos.
Marcó época desde su primer día, allá por 1955 poco después de que Alfredo Stroessner asumiera el poder. Juan Bernabé Apodaca, su propietario y director, siempre se identificó con el militar presidente y con la mayoría de su gabinete.
Eran tiempos de la radio espectáculo, con artistas actuando en sus respectivas fonoplateas. Una emisora de antes se concebía sin un salón auditorio donde actúen las orquestas más famosas y estén colmados de público.
Radio Comuneros era el buque insignia de las radios de aquel tiempo. Por las décadas de 1960 y 1970 algunos de sus locutores fueron Francisco Díaz Cantero (Francis Dican), Herma Sosa Montanía, Silvio Noguera Ayala, Papi Núñez, Narciso Ríos, Coco Bernabé, Betty Roth, José Giménez, Margareth Montórfano, Alejandro Ortíz Aquino, Juan Hernando Dos Santos, Jonny Sanchez, Miriam Emilse de Barreto.
Algunos operadores de la época fueron Lucio Ovelar Santa Cruz, Alex Silva, Andrés Barreto Calderoli, Victor «Rata» Melot.
Además de sus programas en vivo, la tarde era de los radioteatros. Otros programas muy recordados por la audiencia de esa época eran “Disque por su disco y su pedido en el aire” y “Una canción para el ensueño y aquí está su bolero”, conducidos por Herma Sosa Montanía; “El club de los discómanos”, de Juan Carlos Coco Bernabé.
La radio estaba en Estados Unidos entre Octava y Novena Proyectadas, barrio Obrero. Allí también estaba la planta transmisora. En el fondo del patio había una pieza donde funcionaba el equipo transmisor a lámparas por lo que necesita siempre de ventilación. Al lado, un escenario donde actuaba Luis Alberto del Paraná y otros grandes artistas. Un amplio y ventilado corredor se ubicaba frente a las salas de locución y de operadores. Una añosa planta de yvapovó crecía entre la construcción ya que el edificio se diseñó con el árbol por dentro, un elemento curioso.
Antiguos locutores que cumplían con el turno nocturno en ruedas de amigos que a veces escuchaban paso de personas ingresando acercándose a la sala de operadores pero que al salir a recibirle el locutor u operador nadie estaba.
Su propietario y director falleció en 1974 quedando como propietaria la viuda, Irene Sánchez, y la dirección a cargo de su hijo Juan Jesús, un joven músico integrante de un grupo beat que se llamaba “Los Cuervos”. Luego este se inclinaría hacia el periodismo deportivo.
La frecuencia de la radio, 970 en amplitud modulada (AM), fue adquirida por Osvaldo Dominguez Dibb que luego negociaría con el grupo Cartes.
(Efraín Martínez Cuevas, evocando recuerdos desde la redacción central de Cuarto Poder)