Nuevamente hay ruido de juicio político a la Dra. Sandra Quiñónez, titular de la Fiscalía General del Estado (FGE). Aunque parte de la oposición hace escuchar sus argumentos, el mayor inconveniente que tiene la FGE es su esfuerzo de autonomía institucional.
Anteriormente, según se tiene en archivos, cualquier dirigente colorado y miembros de los poderes del Estado tenían cada licencia para influir en el Ministerio Público. Hoy eso parece es más inviable. De hecho hasta hay varios colorados y altos funcionarios del Gobierno imputados, como nunca antes.
Por ahora solo hay expresiones de deseo sobre el juicio político. Eso debe presentarse en la Cámara de Diputados, donde no hay votos, según dicen los mismos colorados.
La intención de otro intento de juicio político viene de la mano del mismo sector. Es decir, de la izquierda enojada desde hace años con la Fiscalía por su historia de liquidar lo que en su momento fue Patria Libre, que luego se denominó EPP. A eso se suma la campaña que lidera sectores de la oposición en el Congreso. Los liberales están divididos.
El años pasado el intento de juicio político, además de los votos colorados tuvo la traba de los liberales. Por ahora, los llanistas no se suman al clamor del grupo que lidera Efraín Alegre, titular del PLRA.
Varios políticos, los imputados y acusados, también juegan su partido con el caso Quiñónez. Allí están Cuevas, Friedmann, Rivas, los González Daher, los Zacarias, Beto Melgarejo Patricia Samudio y varios actuales intendentes y concejales.