La constante deforestación, infelizmente, es una realidad en Paraguay que pone en completo estado de alerta a las autoridades nacionales y en jaque al ecosistema. Parques nacionales, bosques protegidos en propiedades privadas y reforestaciones emprendidas por el sector empresarial son atacadas sin descanso por traficantes de rollos y leñeros. Nadie se salva de los invasores de bosques.
Esta mañana en el Palacio de Gobierno algunos referentes del gobierno empezaron a desarrollar la referida situación en una breve e inconclusa reunión de prensa (empezaba la reunión del Equipo Económico Nacional para el tratamiento de la reactivación económica).
La familia Núñez, de Yhú, Caaguazú, fue y sigue siendo la presa favorita de los invasores de propiedad al solo efecto de robar rollos y producir leña con los árboles tumbados para beneficio propio.
Los Núñez mantuvieron por generaciones 10.000 hectáreas de bosques que hoy, a raíz de la deforestación incontrolada en la propiedad y que costó, inclusive, vidas humanas.