Roque «Pyguasu» González Almirón no estuvo una semana en prisión. Mientras esperaba ser remitido a una cárcel del Ministerio de Justicia, rompió los barrotes de su celda en la Comisaría de San Lorenzo y escapó. Ahora mismo hay otro motín en Tacumbú. Las revueltas carcelarias no son nuevas en la administración de la ministra de Justicia, Cecilia Pérez.
La nueva huida de los presos ocurre en parte por protocolos sanitarios que involucran al Ministerio del Trabajo, bajo la gerencia de la ministra Pérez. Ella siempre tiene una justificación a todo, sin embargo, no logra solucionar la huida de las cárceles de personas que representan un peligro para la sociedad.
El nuevo suceso se registra a casi una semana de la detención de Roque Pyguasu. El citado se fugó con otros tres recluidos de la celda de una comisaría esperando ser remitido a un penal del Ministerio de Justicia. Por de pronto, la ministra, pese a los casos reiterados, se mantiene en el cargo por su buena relación con el poder de turno.
Cabe recordar que Roque “Pyguasu” fue detenido apenas el 9 de febrero, en el marco de la investigación de un caso de robo agravado ocurrido en noviembre pasado en la ciudad de Caacupé. Los oficiales policiales encontraron la camioneta utilizada en el atraco estacionada frente a una vivienda en la cual se refugiaba. Pese a que presentó una cédula falsa para intentar engañar a los uniformados, estos lograron identificarlo y capturarlo.
González Almirón es oriundo de Presidente Franco y ya logró zafar de la Justicia en varias ocasiones, en una de las cuales obtuvo medidas alternativas a la prisión y esta ya es la segunda vez en que se fuga.
Es líder de una banda que habría perpetrado una serie de atracos en varios puntos del territorio nacional, como Areguá, Itá, Caacupé y Asunción. Se estima un botín de hasta G. 2.419 millones, recaudados en asaltos a entidades financieras y comercios en todo el país.
El más sonado por la magnitud y la violencia con la cual se llevó a cabo, fue el asalto al Banco Visión en Liberación, ocurrido en noviembre del 2019. Los delincuentes se alzaron con G. 1.203 millones, volaron con explosivos la bóveda y en su huida incendiaron vehículos y paralizaron completamente la ciudad. Además, asesinaron a dos personas en esa ocasión.