En cada campaña electoral algún candidato se sale de lo tradicional para implementar un estilo diferente para llamar la atención del electorado. Actualmente, el presidenciable colorado Hugo Velázquez es quien está innovando al unir sus hobbies con sus obligaciones partidarias. Por eso, hoy vemos al Vicepresidente jugando fútbol y convirtiendo el tercer tiempo en un diálogo cara a cara con los dirigentes de base; además de comenzar los actos partidarios con karaokes.
«Es para que la gente me conozca, porque soy de pueblo y me gusta lo mismo que le encanta al pueblo», explica Velázquez mientras ingresa a la cancha en busca del balón. Como exconvocado juvenil de la Selección Nacional y fanático del Club Guaraní, el líder de Fuerza Republicana se transforma al ver la pelota. Automáticamente cambia esa formalidad de Vicepresidente por su pasión de jugador de fútbol.
Su concentración en el juego y no en las exigencias físicas que se acentúan en el calor es muestra que es un hombre que acostumbra jugar partidos y que está en ritmo de competencia. Hace bromas a sus contrarios e incluso a sus propios compañeros de equipo, tanto cuando ganan o pierden un partido. «Lo importante es divertirse y pasarla bien», le grita a quienes amagan un desacuerdo con los resultados finales del juego.
Los días elegidos para el juego y tercer tiempo son los lunes. Hoy la convocatoria es para la Seccional Colorada 1 de Capital (Sacramento y Gral. Delgado). La organización está a cargo de Carlos Morel. En cada gira por algún departamento, siempre surge algún desafío, a la que el «Toro» no rehuye.
Otro hobby de Velázquez que ha sido implantado en las actividades partidarias son los cantos y karaokes. El combo de guitarra y micrófono es como un imán para el vicepresidente. Si bien tiene un repertorio variado, su favorita es la música paraguaya.
Mostrarse auténtico hace que el electorado colorado se sienta identificado con Velázquez, quien además domina el idioma guaraní y suele usarlo en sus discursos, algo que hace vibrar a sus correligionarios.
