Traición y venganza mueven los hilos del Partido Colorado. La expulsión de la ANR del dirigente Gerardo Soria (FR) y la amenaza de que el próximo podría ser Mario Abdo profundizó la división colorada entre las principales bancadas en el Senado y esto podría replicarse en Diputados. El vicepresidente electo Pedro Alliana solitariamente busca poner paños fríos a esta crisis que surgió por la falta de inteligencia emocional de algunos dirigentes.
La resolución del Tribunal de Conducta (TC) de la ANR que resolvió por unanimidad, expulsar al dirigente del movimiento FR, Gerardo Soria, presidente de la seccional colorada de Puerto Antequera, Dpto. de San Pedro, terminó generando en pleno proceso de transición una crisis dentro de los principales sectores del Partido de Colorado, poniendo en riesgo acuerdos hechos y sobre todo la estabilidad al Gobierno de Santiago Peña que asume el 15 de agosto.
Soria fue expulsado del padrón por cuestionar al titular colorado Horacio Cartes, a quien pidió que renuncie o pida permiso por ser declarado “significativamente” corrupto por el gobierno de EE.UU. Estas críticas siguieron en momentos sensibles, cuando la ANR estaba gestionando créditos para hacer frente a las elecciones generales, incluso poniendo en riesgo tal trámite bancario, atendiendo la cobertura mediática que tenía uno de los mimados de Mario Abdo. Precisamente, el diputado cartista Walter Harms también pidió en sus redes sociales incluir al actual Jefe de Estado entre los que debían ser expulsados de la ANR, lo que empeoró aún más las cosas dentro del Partido, ya que referentes de Fuerza Republicana señalaron que lo dicho por Harms es lo que piensa Cartes, presidente de la ANR.
Los diputados electos de Fuerza Republicana, que ya habían acordado apoyar al cartista Raúl Latorre para presidir Diputados, dieron a conocer un comunicado repudiando las expresiones de Walter Harms y pidiendo que se retracte. Solicitaron además que el castigo contra Soria quede sin efecto. Por su parte, Harms ya anunció que no va a retractarse porque sino sería «poco hombre». Desesperado y en solitario, Pedro Alliana, vicepresidente electo y cabeza de los acuerdos en ambas cámaras del Congreso, salió a pedir disculpas por el caso Soria en un intento de poner paños fríos.
Mientras el líder de la futura bancada de Fuerza Republicana en Diputados, Carlos Núñez, ya pone en dudas el acuerdo de apoyar al candidato de Honor Colorado para la presidencia de Cámara Baja, los senadores electos de FR ya anunciaron que hablarán con sus pares de la oposición para buscar otra alternativa a la candidatura del cartista «Beto» Ovelar en Cámara Alta.
Esta situación evidencia la falta de inteligencia emocional de varios dirigentes de la ANR, lo que traerá inconvenientes al futuro presidente de la República.