Obras viales, ape ha pepe, como decimos mezclando el castellano con el guaraní, hacen el aguante al país en medio de la crisis. Las obras a cargo del gobierno no dan respiro para el ocio.
Rutas, asfaltados, empedrados, puentes, reparaciones, licitaciones públicas, máquinas rugiendo aquí y allá hacen suponer que este será la administración pública más dinámica en lo que va de los últimos 31 años de nuestro sistema democrático.

Ante el efecto del virus, bien se podía haber paralizada la convocatoria a pobladores de una localidad llamada San Vicente en el departamento de San Pedro e, Itanará, en Canindeyú, para una consulta pública sobre construcción de una ruta asfaltada entre ambas localidades.
Sin embargo, no será demorada ya que se hará virtualmente el 21 de julio, a partir de las 8.30, a través de la plataforma Facebook del Ministerio de Obras Públicas.
Las obras públicas son las únicas que salvan a las naciones luego de grandes crisis, no se conoce otro recurso más práctico e inmediato como para dinamizar la economía. De ahí que la cartera a cargo de Arnoldo Wiens es como un volcán en permanente erupción, como la chimenea de una industria echando humo las 24 horas, como un manantial inagotable.
Como nunca se tuvo, la ruta que corta en diagonal la región Occidental será de doble vía, como una autopista de los mejores del mundo. Igual se podrá decir de la Ruta 2PY que aceleradamente se está transformando en lo que será una avenida de 330 kilómetros de extensión.
Obreros, arquitectos, ingenieros no se dan respiro para cumplir con la agenda del MOPC que en menos de dos años ejecutó obras que ni se pensaban que en 30 años se harían en Paraguay, así los medios de comunicación procuren ningunear lo que es una feliz realidad.